El disco de fricción es una de las partes más importantes del embrague ya que tiene dos caras con material de fricción (pasta o botón) y va acoplado a la caja de cambios por medio de un eje. Tiene resortes que le permiten suavizar el impacto en el centro del disco. Éste gira con el volante motriz y el plato de presión mientras el pedal del embrague no está siendo presionado. Cuando el pedal es presionado, el embrague se desacopla y se “desembraga”, y se permite hacer un cambio de velocidad suave. El collarín se encarga de transmitir el movimiento de nuestro pie, separa al disco cuando se pisa el pedal y se desembraga, y lo presiona cuando se embraga. La coraza cubre todo el mecanismo del embrague, en esta se encuentran los diafragmas que son los que permiten la presión del disco con el plato y el volante. Una horquilla va montada al centro del embrague y se encarga de accionar el mecanismo del embrague cuando se mueve el pedal. Y aún hay muchas más piezas que ayudan a que este mecanismo tan complejo funcione con la eficiencia necesaria.
En el proceso existen 3 posiciones diferentes:
1. Embrague: es cuando el pedal no es presionado. El disco está acoplado.
2. Desembragado: el pedal está presionado. El disco se desacopla para poder hacer cambios de velocidad suavemente.
3. Fase transitoria: entre las 2 posiciones anteriores, el embrague trabaja para que el cambio de velocidad no sea muy brusco y que dañe otras partes del embrague como el motor y la caja de cambios.
Existen 3 tipos de embragues:
1. Embrague hidráulico: no contienen un disco, el trabajo de las piezas principales se maneja por medio de aceite y la energía se transmite por medio de una bomba centrífuga. Este tipo es común en las cajas de cambio de velocidad automáticas y vehículos industriales.
2. Embrague de fricción mecánica: Es el más común y es el más parecido al que describimos aquí, puede trabajar con discos húmedos o secos.
3. Embrague electromagnético: este tipo es muy poco común ya que utiliza la fuerza del campo electromagnético para transmitir.
Debido al trabajo tan exhaustivo que hace, cuando se desgasta, empieza a patinarse y deja de transmitir adecuadamente el movimiento. Por eso te damos 6 consejos fáciles para alargar la vida útil de tu embrague aquí: