1. Conoce a tu cliente: empatiza con él/ella, conoce sus necesidades y asesórale.
2. La relación no termina cuando se hace la venta: es importante continuar con el servicio post-venta, conocer la opinión de tu cliente sobre el producto y/o servicio que le brindaste, resolver cualquier duda que tenga y ponerte a su disposición para la próxima.
3. Abre canales de comunicación directos de fácil acceso: acércate al cliente por el medio que más se le facilite, por WhatsApp, Telegram, llamada telefónica, correo electrónico, etc.
4. Si tienes algún problema, la manera en la que lo soluciones, dictará el futuro de tu relación con tu cliente: si te muestras dispuesto y preocupado por arreglar el problema, a pesar del inconveniente que les causó a ambos, puede que esa resolución ayude a fortalecer tu relación con el cliente en vez de alejarlo.
5. Mantente informado: las personas se acercan a ti porque tú eres el experto y estás ahí para apoyarlos. Estudia e infórmate constantemente sobre tu producto/servicio para poder ofrecer la mejor orientación posible.
Recuerda que un cliente que le es fiel a tu negocio tiende a hacer compras más seguidas y de mayor monto que uno nuevo, ya que el nuevo puede estar aún inseguro y buscando otras opciones. Cuida a tus clientes actuales.